Carreras de Montaña y Evaluación de Impacto Ambiental

El pasado 13 de septiembre de 2013 la organización de la carrera de montaña “Desafío Oso Somiedo”, a un día para la celebración de la prueba recibía un informe desfavorable de la Consejería de Medio Ambiente de Asturias, por posibles afecciones al oso pardo. Este informe tuvo origen en el trabajo realizado por la asociación ecologista «Fondo para la Protección de los Animales Salvajes» (FAPAS), que concluía tras analizar diversa información de campo, que la dinámica poblacional del oso en el Parque Natural de Somiedo, podría verse significativamente afectada por la realización del citado evento deportivo.

Y es que el número de carreras de montaña y de participantes está experimentando un crecimiento exponencial en los últimos años.

El conflicto entre uso y protección del medio ira en aumento ante el auge de las carreras de montaña

El conflicto entre uso y protección del medio ira en aumento ante el auge de las carreras de montaña

No hay duda de que las carreras de montaña pueden ayudar a poner en valor el patrimonio natural de los territorios donde se celebran. Sin embargo, el conflicto entre uso y protección de la naturaleza es previsible que vaya en aumento teniendo en cuenta que cada vez hay más corredores y más eventos en la montaña, en muchas ocasiones congregando a miles de personas. El consecuente impacto en el medio es probable que obligue a realizar estudios detallados sobre las posibles afecciones de las carreras, más allá de las fórmulas utilizadas actualmente.

Hoy día, únicamente es necesario presentar ante la administración ambiental un dossier de la prueba. En contadas ocasiones el diseño del recorrido se hace en colaboración con la administración, y el organizador se limita a solicitar los permisos, los cuales son concedidos, estableciendo algunas modificaciones. A tales efectos, y ante el creciente auge de este tipo de eventos es razonable pensar que en un futuro no muy lejano las carreras de montaña deban someterse a alguna clase de procedimiento de evaluación de impacto ambiental.

La Federación de Deporte de Montaña y Esquí (FEDME) ha comenzado a dar algunos pasos en este sentido, con la finalidad de analizar y/o certificar la no afección de carreras de montaña. Para ello ha creado un certificado medioambiental, que se aplicó por primera vez el pasado abril en el Trail RAE Otañes (Cantabria). Asimismo, la FEDME publicó en 2011 un estudio sobre la incidencia socioeconómica y ambiental de las carreras por montaña en el medio rural y natural en España, en el que se establecen, entre otras cuestiones, una serie de recomendaciones de interés para los organizadores.

A nivel internacional, algunas pruebas como el Ultra Trail Mount Fuji (Japón) ya ha realizado algunos estudios al respecto. La mayor de las carreras de montaña del mundo, el Ultra Trail del Mont Blanc (UTMB), con una participación de miles de personas lleva a cabo desde hace tres años un informe de afecciones ambientales. Estos informes comenzaron a promoverse desde el momento en que la administración francesa incorporó a su ordenamiento jurídico la necesidad de elaborar estudios de las repercusiones de pruebas deportivas de gran envergadura que tuvieran lugar en el interior de espacios de la red Natura 2000.

No obstante, este tipo de informes se centran, por lo general, en los residuos generados antes, durante y después de la prueba, pero no analizan en profundidad otro tipo de aspectos, habitualmente reflejados en los estudios de impacto ambiental como son las afecciones sobre el suelo, la fauna, la flora o los espacios naturales.

La filosofía a imperar debería estar fundamentada en la prevención como método óptimo para controlar los efectos negativos que el desarrollo de las competiciones genera sobre el medio. En este sentido, la elección de un trazado óptimo se antoja como una de las principales tareas preventivas. Por otro lado, sería básico disponer de un análisis de la capacidad de carga de los espacios donde tienen lugar las pruebas, con la finalidad de justificar razonadamente el cupo de participantes. Finalmente, cuando el recorrido atravesara zonas sensibles para fauna, flora, suelo, etc. deberían elaborarse informes específicos para justificar la no afección del evento sobre estas variables ambientales.

Como ejemplo para la reflexión a continuación expondré algunos datos acerca de la carrera de montaña del pirineo aragonés, Gran Trail del Aneto-Posets (GTAP) en la que participé el fin de semana del 27 y 28 de julio de 2013. El evento arrancaba lanzando una disponibilidad de 3.000 plazas distribuidas de la siguiente forma:

  • Maratón (42 km): 1500 plazas
  • Vuelta al Aneto (67 km): 1000 plazas.
  • Aneto-Posets (120 km):  500 plazas.

Estas carreras atravesaban hasta seis espacios naturales y zonas de protección:  

  1. Monumento natural Glaciar Posets
  2. Entorno de diversos humedales del Catálogo de Humedales de Aragón
  3. Lugar de Interés Comunitario (LIC) Río Ésera
  4. Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Posets-Maladeta
  5. Parque Natural Posets-Maladeta
  6. Zona de protección del Quebrantahuesos
Figura

Espacios Naturales y Zonas de Protección en relación a tres de los recorridos del GTAP

Sin entrar en detalle, algunas de las posibles afecciones de la prueba sobre las variables del medio podrían ser:

  • Sobre el suelo: compactación por pisoteo e incremento del riesgo de erosión.
  • Sobre la flora: Pérdida o daños a la vegetación por pisoteo.
  • Sobre la fauna: Molestias a la fauna presente en el lugar. La afección será mayor si la fecha de celebración coincide con épocas sensibles para especies protegidas.
  • Sobre los espacios naturales: Incompatibilidad con los planes de gestión de los mismos.

Sería necesario analizar en profundidad los significancia de las afecciones anteriores sobre las distintas variables y en todos los casos conocer la capacidad de carga del territorio, con la finalidad de establecer el cupo de participantes. En la edición de 2014 el GTAP ha reducido los cupos del Gran Trail y de la Vuelta al Aneto. Por el contrario, ha establecido plazas indefinidas para el Maratón del Aneto. Se hace complicado entender cómo las autoridades ambientales correspondientes han podido autorizar un evento deportivo dentro de una zona que incluye tantas categorías de protección sin establecer un límite de participantes. [NOTA: Tras la publicación de este artículo, la organización del GTAP modificó sus cupos de participación. Para más información se aconseja revisar las entradas: “Gran Trail del Aneto-Posets 2014 rectifica su límite de participantes» y “En La Vanguardia: “Carreras de montaña: Al filo de lo insostenible].

En este sentido, los gestores del Parque Natural del Cadí-Moixeró (Cataluña), lugar donde se celebra el popular Ultra Trail «Cavalls del Vent«, solicitan como condición para que se pueda celebrar una carrera de montaña dentro del espacio natural que no exceda el límite de 600 participantes. Asimismo, se insta a los organizadores (entre otras cuestiones) a que cumplan con las siguientes medidas:

  • El itinerario deberá seguir la red de senderos del parque homologados por la Federación de Montaña o que consten en los inventarios de los Consejos Comarcales y Ayuntamientos. Podrá también seguir pistas forestales abiertas al tránsito de vehículos a motor siempre y cuando se garantice la seguridad de los participantes y de los usuarios de la vía. 
  • El itinerario no podrá atravesar zonas sensibles de geología, flora o fauna y se habrá de consensuar con  el equipo gestor del Parque.
  • Habrá de realizarse en la época del año en que afecte menos a la flora y fauna, principalmente durante el período de septiembre a noviembre.
  • El Parque Natural propondrá a la organización acciones de mejora para el territorio, que deberán realizarse en el mismo año de la carrera y serán financiadas por los organizadores de la misma. 
  • La normativa de la carrera deberá incluir: la prohibición de tirar basura; la obligatoriedad de respetar el entorno; la obligatoriedad de no abandonar el itinerario y el sendero concreto señalizado.

Es evidente que las carreras de montaña, organizadas de forma sostenible, pueden contribuir a poner en valor el territorio en el que se celebran, su patrimonio natural y cultural.

El UTMB reúne cada año a miles de participantes en un entorno natural de gran valos

El UTMB reúne cada año a miles de participantes en un entorno natural de gran valor

No obstante, se considera fundamental realizar estudios técnicos que contemplen, al menos:

  • El diseño de  un trazado que evite el paso por tramos sensibles para las distintas variables del medio.
  • La elección de fechas de celebración que no coincida con épocas sensibles para la flora y la fauna.
  • Justificación del cupo de participantes en función de la capacidad de acogida de los espacios por los que se desarrollan.

A tales efectos, considero que la administración debería dar un paso adelante y establecer algún tipo de reglamento para solicitar a los organizadores informes justificados acerca de la no afección sobre el medio de las carreras de montaña, al menos en pruebas de moderada envergadura, que se desarrollen sobre espacios naturales.

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Las capas ambientales que han servido de base para la elaboración del plano han sido obtenidas de forma gratuita en los siguientes lugares:

por Manuel Oñorbe

Acerca de Manuel Oñorbe

Este blog pretende ser una ventana abierta a mis inquietudes (profesionales y no tan profesionales) acerca de temas relacionados con el medio ambiente

Publicado el enero 2, 2014 en Carreras por montaña, Espacios Naturales Protegidos, Evaluación de Impacto Ambiental y etiquetado en , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 29 comentarios.

  1. Excelente entrada, ¡enhorabuena! Es una lástima lo poco considerado que suele tenerse el medio ambiente en estos eventos, al menos es mi impresión personal ya que no me consta que en Madrid hayan pasado algún tipo de evaluación. Hace unos meses tuve conocimiento de la existencia del Cross Nocturno de Navacerrada (dentro del Gran Trail Peñalara, que se desarrolla dentro de espacios protegidos), para el que dudo mucho que se hiciera una evaluación de las más que seguras afecciones a la fauna. Creo que debería incidirse en la valoración de los posibles impactos de las carreras desde la propia organización, incluso poner en conocimiento de los participantes unas normas mínimas básicas que deberían ser medianamente completas, y en todo caso ponerlo en conocimiento de la Administración ambiental al desarrollarse en espacios protegidos.

    Como bien apuntas, la conservación medioambiental y el desarrollo de este tipo de actividades deportivas/culturales no tiene por qué estar reñido si se gestiona de manera correcta.

    • Muchas gracias Irene, muy interesante tu aportación. Considero que es un tema complejo, del que todavía hemos hablado poco. Todos (administración, corredores, grupos ecologistas, técnicos, etc.) tenemos que hacer un esfuerzo por acercar posturas. Como bien comentas, tarde o temprano la organización de las carreras, (al menos las de mayor envergadura) debería enfrentarse a elaborar una justificación ambiental de mínima afección de sus carreras. Pero también creo que debería ser la administración la que establezca algún tipo de reglamentación al respecto.

      • Desconozco la regulación de las Federaciones Deportivas, quizás por esa vía se pudiera regular algo. Desde el punto de vista puramente de la evaluación ambiental es más complejo dado que suele referirse a proyectos y las carreras son más bien actividades; si se ampliara a las actividades y las carreras se desarrollasen en espacios protegidos, es muy posible que quedaran comprendidas en algún supuesto de evaluación. Habrá que ver cómo cambia el esquema en cada Comunidad Autónoma cuando venza el plazo de adaptación de la nueva Ley de Evaluación Ambiental…

      • hola manuel, desde Guadalajara y como responsable de informes ambientales te agradezco esta interesante y rigurosa entrada.

        un saludo

      • Muchas gracias Ángel, me llena de satisfacción recibir un comentario tan positivo. Un Saludo

    • Buen artículo, expresado con conocimiento y mesura. Gracias.

      Puedo garantizar que en el Cross Nocturno de Navacerrada, citado por Laura, se siguen unas normas mínimas para reducir al máximo el impacto sobre el entorno; incluso teniendo en cuenta que se efectúa por la periferia de un espacio altamente urbanizado y muy masificado. El resto de pruebas de esa misma «tanda» (GTP, TP80 y TP60, organizadas por la RSEA Peñalara, que este año pasado de 2013 ha celebrado su primer centenario volcada en la montaña), también reciben el obligatorio permiso de las autoridades medioambientales (aunque eso no garantice demasiado). Se lucha por minimizar el impacto de los corredores sobre el terreno, usando tan solo pistas o caminos ya trazados; marcando los envases para que cada corredor se haga responsable de lo que lleva consigo y no lo tire; eliminando los vasos de plástico en los avituallamientos para no generar residuos; colocando bolsas de basura en los avituallamientos para que no quede nada… Y, por supuesto, se recorre todo el circuito al final de la prueba retirando cualquier residuo o marca que pueda quedar.

      Nadie es perfecto, seguro que algo se puede escapar. Pero se intenta afinar cada vez más. No solo somos corredores y organizadores, sino también montañeros amantes del medio. Y, algunos, como es mi caso, activos en grupos de defensa del medio ambiente. Si acudimos a la montaña, si andamos, trepamos o corremos por ella, es porque nos gusta y la amamos. Para eso, hay que buscar que cada año esté mejor, si puede, que el anterior. Si el impacto es inasumible, una carrera no debería permitirse nunca.

      ¿Eso ocurre alguna vez? Por ejemplo, el Kilómetro Vertical de La Barranca, que este año 2013 iba a tener un nuevo recorrido, vio variado su itinerario para no alterar la flora del entorno, pese a discurrir también por senderos ya abiertos. Se prefirió alterarlo antes que acusar un daño irreversible. Descabaló toda la carrera, pero se hizo.

      Ojalá las autoridades marcasen unas pautas más estrictas para todas las carreras, un guión oficial que fuera realista y conservador (del medio). Pero como eso no es así, al menos en España, cae en mano de cada organización el grueso de medidas que se puedan tomar para evitar daños, en entorno, terreno, flora y fauna. También es responsabilidad de las federaciones, aunque estas van despertando muy lentamente, y solo pueden actuar en carreras homologadas.

      Ojalá se siga ahondando en la necesaria conciencia medioambiental en las carreras por montaña. Especialmente en estos años de «boom», donde acuden muchos corredores ajenos al mundo de la montaña, que no siempre conocen las normas mínimas de comportamiento.

      Saludos.

      • Me alegra ver que se toman ciertas medidas necesarias en las pruebas celebradas en la sierra de Madrid, el problema que le veo es que, aparte de evitar el pisoteo fuera de pista y la eliminación descontrolada de los residuos, hay otros factores que pueden verse afectados, como por ejemplo los ciclos de las especies protegidas y de interés que habitan allí, ya que el cross nocturno, pese a recorrer en parte una zona urbanizada, en gran parte de su trazado recorre zonas protegidas (Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y LIC «Cuenca del río Manzanares»). Desde luego, el horario nocturno no parece el más indicado para evitar molestias a la fauna que en según qué épocas pueden ser muy perjudiciales, pero también entiendo que los gestores de esos espacios protegidos lo habrán tenido en cuenta a la hora de otorgar el correspondiente permiso. O al menos deberían, al igual que como apunta Raúl Ayala la regulación de estas actividades debería estar en los Planes de Ordenación y/o Gestión de estos espacios. Sería lo ideal, que, como todos sabemos, no siempre es lo real…

        En mi opinión, a partir de cierto nivel de participantes o bien si se prevé un desarrollo nocturno, las carreras de montaña que se desarrollasen en áreas protegidas deberían someterse a algún procedimiento de evaluación ambiental en el que se tenga en cuenta un conjunto de variables amplio que permitiera que se desarrollasen de la manera más favorable posible, y lo digo precisamente como profesional de la evaluación ambiental. Más engorroso y más burocrático pero seguramente más sostenible.

        Finalmente, como comentas, celebro que la conciencia ambiental esté calando cada vez más entre los corredores, sin duda es la mejor medida que puede haber para evitar los impactos.

        Un saludo.

  2. javier verdu

    Bueno 1º que nada diferenciaria las carreras populares que se corren en entornos locales, de los cuales si no fueran por carreras de este tipo nadie conoceria estos parajes , y a la vez se marcan rutas perdidas que habian desaparecido .
    El segundo tipo de carreras es donde se corren en parajes de ya por si muy visitados , en el cual creo que este tipo de carreras deberian estar limitadas , aunque nos pese a los corredores .
    En cuanto a la higiene ambiental creo que se a sumado mucha gente a este tipo de carreras para competir ,pero olvidando los inicios de este tipo de carreras sin tener en cuenta que no se puede tirar una botella del avituallamiento durante todo el recorrido ,…..,( prueba dar botellas en carreras y lo sabras ) … o Geles que ….
    Solo en el UTMB me dieron una bolsa para escombros , y me indicaron estar descalificado si te veian tirar algo …hemos mejorado veo que carreras ya tienes que utilizar tu propio vaso …etc
    He organizado alguna carrera y despues del termino de ella nadie de conselleria vino a revisar como lo dejamos en fin es lo que hay

  3. Raúl Ayala Domingo

    Buenas Manu. Además de mis años en el Moncayo, en su tiempo estuve trabajando algo en los Planes de Gestión (PRUG) tanto de Los Valles Occidentales como de Posets-Maladeta. Lamentablemente no se si alguien continuó con el trabajo ni si se llegó a aprobar algo. En el caso de los Espacios Naturales Protegidos (al margen de Red Natura, que son otro caso) debería existir una regulación al respecto en los correspondientes Planes de Uso Público (PUP), y por tanto en el PRUG. En los PUP debe contemplarse la oferta de red de senderos que hace el espacio, garantizando su buen estado y mantenimiento, a parte de la correspondiente información al visitante/usuario, pero además se puede contemplar otra red de senderos que puedan recorrer el parque, como rutas tradicionales, accesos a zonas de escalada, etc. que no necesariamente debe hacerse cargo el parque, aunque si deben estar consensuadas con la dirección del espacio . Debe contemplarse todo tipo de actividades deportivas que se realicen dentro de sus límites, y las mismas deberían estar sujetas a la correspondiente normativa y regulación (zonificación, fechas, capacidad de carga, limitaciones, etc). Esta normativa no tiene porque basarse en la prohibición. Se debe por supuesto valorar todos los posibles conflictos que puedan darse con los objetivos de conservación del espacio, y también se debe valorar la importancia socioeconómica que tienen estas actividades en la zona. No todas las actividades van a tener el mismo impacto ni todos los espacios son igual de sensibles ni tienen el mismo nivel de protección. Sin duda, una buena comunicación y coordinación entre los gestores del espacio y los organizadores (elección adecuada de fechas, elección adecuada de trayectos o recorridos, fijación de límite de participantes, regulación de los accesos…) es fundamental para minimizar los posibles impactos y garantizar actividad satisfactoria.

  4. Gracias Raúl. En primer lugar agradeceros a todos vuestros comentarios. Creo que el post ha mejorado notablemente con vuestras expertas opiniones: Una técnico de evaluación ambiental de la administración, un organizador de carreras de montaña (con dilatada experiencia en ultra trails de montaña) y un profesional de los espacios naturales protegidos, constituyen buena parte de los actores implicados en la cuestión que se plantea en el artículo. Ciñéndome a tu reflexión, el Parque Natural Posets-Maladeta, cuenta con PORN, pero hasta lo que yo conozco tiene el PRUG en tramitación. En todo caso, tal y como planteo, se hace complicado entender cómo los gestores del Parque han podido autorizar que el «Maratón de las Tucas», el cual transcurre en buena medida por el interior del ENP, cuente con un límite de plazas indefinido.

  5. Miguel Angel Garcia

    He participado en muchas carreras de montaña y estoy totalmente a favor de un control sobre ellas, a ningún corredor que conozca le parecerá mal que se cambie un recorrido para no afectar una zona sensible por su flora o fauna. También creo en la limitación de participantes, si bien la conducta de la mayoría es intachable, esta claro que el simple hecho de que, un numero grande de personas pasen por una zona determinada, deja un rastro en el terreno. Si bien, se controla el numero de otros deportistas que hacen uso del monte cada fin de semana? grupos de BTT que bajan dejando roderas que después la lluvia erosiona? cazadores que utilizan munición de plomo que contamina el monte? y ya no hablemos de romerías y otros eventos festivos.
    Quizás este verano, si se celebra la carrera de la subida al monte Pindo en Carnota, cuando este en el alto de A Moa y la vista en 360 grados, sea terreno quemado me siente a pensar un rato sobre el país en el que vivimos y el uso que hacemos de los espacios naturales.

  6. José Antonio Alfaro

    Aparte del impacto sobre suelo, flora y fauna, no hay que desdeñar el posible impacto sobre la geomorfología, especialmente cuando se corre por canchales de gran pendiente y cantos sueltos.

    • Gracias José Antonio, se agradece tu comentario.
      Totalmente de acuerdo contigo: considero que debería realizarse un documento ambiental previo a la ejecución de las carreras, donde se analizaran las afecciones sobre las distintas variables ambientales del medio, incluyendo fauna, flora, suelo, geomorfología, e incluso masas de agua superficiales. Dependiendo de las características de cada zona cobrarán mayor importancia unas u otras variables. Un Saludo.

    • Y precisamente por esos canchales hay especies de flora y fauna bastante escasas…

  7. La moda de las carreras de montaña está haciendo mucho daño desde el punto de vista ambiental, lo mismo que la afluencia masiva de visitantes. Aquí en la provincia de Málaga hay dos parques naturales de gran valor, Sierra de las Nieves, donde están los mejores bosques de pinsapo del mundo, y Sierra Tejeda, con bosquetes de tejos centenarios y arces. Las dos reciben un gran número de visitantes, y en ellas se organizan muchas carreras de montaña, tanto diurnas como nocturnas. En época de nieves, miles de personas, en un sólo día, suben al pico más alto (Torrecilla) para sacarse la típica foto para Facebook. Las colas de coches esperando subir son kilométricas. En la subida al pico he llegado a ver una fila continua de más de doscientas personas. Lo mismo en la zona más alta de Sierra Tejeda, donde hay numerosas especies de flora en peligro. Más de 100 o 200 personas todos los fines de semana sacándose la foto en el índice geodésico. Y esto en zonas protegidas. En otras sierras que carecen de protección y menos aún de algún tipo de vigilancia (he de decir que casi nunca he visto un guarda en un parque natural), el panorama es peor. Hasta me han llegado a preguntar cómo llegar a cierto cortado (donde criaba una pareja de águilas reales) para realizar escalada. Por supuesto, las águilas ya no crian ahí. En una zona protegida del norte de la provincia se fomenta la escalada, donde pueden verse ejemplares arrancados por los escaladores de Rupicapnos africana… Las latas de Redbull se acumulan en los roquedos de Sierra Tejeda…

  8. Trabajo en Somiedo, y las carreras de montaña no me importan lo más mínimo. Soy alpinista, escalador y guía de montaña, muy concienciado con la conservación de espacios naturales, y los días previos al desafío Somiedo vi algunas cosas muy desagradables: Carteles contra el FAPAS, pintadas como «osos y lobos no»… En mi opinión, y según lo que vi, al corredor de montaña le da igual la montaña; por lo general es gente que viene del atletismo, y a la que sólo le preocupa la prueba. El medio ambiente es sólo una excusa para hacer su actividad. En el caso del desafío Somiedo, la organización venía de una zona industrial asturiana, donde no hay montaña. ¿Por qué tenían que venir a una zona protegida, sabiendo que está protegida? Ya les hicieron un favor bastante grande permitiéndoles hacer la carrera, aunque les obligaron a reducir la distancia de 100 km a ochenta y tantos. Y a pesar de eso, los participantes se quejaban. El trazado de la prueba atravesaba zonas por las que está prohibido el paso, y los participantes y la organización seguían quejándose porque no se les permitiera pasar por esas zonas. Incluso vecinos de Somiedo despotricando contra la dirección del parque por reducir la distancia de la prueba. Me hizo gracia, parecían niños con una pataleta… La solución, para mí, es sencilla en ese caso: en el PRUG dice claramente que hay zonas en las que no se puede entrar por motivos de conservación, pues NO SE PASA POR AHÍ, y si a la organización no le gusta, que se busquen otro sitio para hacer la prueba. No hay que buscar culpables como se hizo, el oso, el lobo, el FAPAS…
    Había que ver a algunos mandamases bajándose los pantalones para que la prueba se realizase en Somiedo, cuando estoy seguro de que el concejo no consiguió más «beneficio» que recibir otra edición el año siguiente… (seguro que los hosteleros de la zona se frotaban las manos, con el símbolo del € en los ojos como en los dibujos, cuando la mayoría de los participantes durmieron en furgonetas, dejando sin los esperados beneficios económicos al concejo)
    El año pasado en Somiedo se realizaron 3 pruebas deportivas, la batallona de somiedo (media maratón de montaña), la rosca ciclista (prueba de btt), y el desafío de marras. Todo eso estando en un parque natural cuyo PRUG es bastante restrictivo. Si yo, como montañero, entro en una de esas zonas restringidas y me ve un guarda del parque, se me cae el pelo; si intento vivaquear en el parque y me ve un guarda, se me vuelve a caer el pelo. ¿Y por qué se dejó hacer la prueba, sabiendo que iban a pasar por zonas protegidas? Es más, ¿por qué no se prohibió la prueba por esos motivos medioambientales? Si quieres hacer una carrera de montaña, ten un poco de vista y organizala en una zona que no esté protegida, o asume las posibles consecuencias.
    Perdón por enrollarme, un saludo.

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